Diputado opositor se autoproclama presidente interino de Venezuela con apoyo de EEUU y otros países

 

Caracas, 23 ene. — Con respaldo internacional, el líder del Congreso opositor, Juan Guaidó, se autoproclamó el miércoles presidente encargado de Venezuela ante cientos de miles de simpatizantes demandando la salida del mandatario Nicolás Maduro, que denunció un intento de golpe de Estado.

Poco después, el presidente estadounidense Donald Trump reconoció a Guaidó como encargado interino del gobierno y siguieron sus pasos Argentina, Perú, Chile, Ecuador, Guatemala y Paraguay. Canadá también planeaba reconocerlo, dijo un funcionario.

Desde el balcón del palacio presidencial, ante miles de seguidores, Maduro dijo que se quedará en su puesto y denunció un intento de desbancarlo orquestado por Estados Unidos, por lo que rompió relaciones diplomáticas y políticas con Washington.

“¿Podemos los venezolanos calarnos que desde Washington pretendan imponerle presidente a Venezuela? Es una gravísima insensatez del gobierno de Donald Trump contra Venezuela”, gritó Maduro y dio 72 horas para que el personal diplomático estadounidense abandone su país.

“No lo podemos aceptar, Venezuela es la patria de los gobernadores de América”, agregó.

El diputado Guaidó, de 35 años, dijo que no temía ser encarcelado pese a que poco antes de su discurso el máximo tribunal de justicia venezolano ratificó la nulidad de los actos del parlamento y pidió a la fiscalía que determine las responsabilidades de los diputados adversos al gobierno.

“Juro asumir formalmente las competencias del ejecutivo nacional como presidente encargado”, dijo al levantar la mano derecha y en medio de los aplausos de sus simpatizantes.

La Constitución establece que ante un vacío de poder presidencial -que es el argumento que esgrime la oposición venezolana- es el jefe del Parlamento quien asume el cargo.

La oposición y buena parte de la comunidad internacional no reconocen el triunfo de Maduro en las elecciones de mayo del año pasado por considerar que no dieron garantías democráticas para que pudieran presentarse sus rivales y desafiarlo.

El juramento de Guaidó, casado y con una hija pequeña, se produce en medio de un resurgimiento del liderazgo opositor y del regreso masivo de sus seguidores a la calle.

La manifestación de la oposición el miércoles coincidió con la celebración de los 61 años de la caída de la dictadura militar y fue la primera movilización multitudinaria, tras la ola de intensas protestas antigubernamentales que en 2017 dejaron cientos de muertos y heridos.

En medio de protestas y cacerolazos en su contra, Maduro había asegurado la noche del martes que quiere paz y reafirmó que nada intimida al oficialismo.

Venezuela, con las mayores reservas petroleras del mundo, sufre la primera hiperinflación de su historia en el marco de una severa crisis económica que ha provocado la huida de más de 3 millones de personas desde 2015, según datos de la ONU.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, llamó el miércoles a Maduro a renunciar y dijo que apoyará a Guaidó mientras establece un gobierno de transición y prepara elecciones. Además exhortó a los militares y las fuerzas de seguridad a apoyar la democracia.

“Ellos saben que en el marco de la Constitución no pueden hacer lo que están haciendo”, dijo Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso del partido gobernante en la marcha oficialista. “No nos importa lo que diga el imperio, no nos importa lo que diga la Unión Europea”, afirmó.

Los gobiernos de México y Bolivia, un viejo aliado de Venezuela, respaldaron a Maduro.

En el este de la ciudad, las fuerzas de seguridad dispersaron con gases lacrimógenos a opositores que intentaban bloquear algunas de las principales vías de la ciudad tras la concentración.

“Este país se despertó”, dijo Mónica Márquez, una maestra de 43 años que vino de Los Teques, capital del estado Miranda a la marcha. “Aunque sabemos que el gobierno le puede hacer algo (a Guaidó) tenemos la esperanza de un cambio”.

MUERTOS Y HERIDOS

En lo que va de semana, se han registrado manifestaciones esporádicas en Caracas. En barrios pobres muchos salieron a las calles a formar barricadas con basura y neumáticos incendiados. Esas protestas fueron reprimidas por cuerpos de seguridad, según testigos Reuters.

Al menos hubo 60 manifestaciones en diversos puntos de Caracas, según el no gubernamental Observatorio de Conflictividad Social, que informó sobre la muerte de un joven de 16 años la noche del martes en la barriada de Catia, en el oeste de la ciudad.

El gobernador del estado Bolívar, Justo Noguera, informó la muerte de tres personas durante saqueos la noche del martes a comercios de alimentos y hortalizas en Ciudad Bolívar, la capital estatal en esa región del sureste venezolano. Otros dos ciudadanos resultaron heridos.

En esa zona, también fue quemada con gasolina una estatua del fallecido presidente Hugo Chávez, luego cortada y parte del busto colgado en un puente, según testigos Reuters.

En San Cristóbal, hubo dos muertes durante la manifestaciones, dijo el alcalde Gustavo Delgado.

Al menos 47 personas han sido detenidas desde el lunes, de acuerdo a un mensaje de Twitter de Alfredo Romero, activista del no gubernamental Foro Penal.

No hay información oficial sobre muertes y detenciones así como tampoco de los cacerolazos en la ciudad. El Ministerio de Información no respondió de inmediato una solicitud de comentarios.

“Salimos a protestar unos 50 vecinos donde vivo en Catia y a la hora llegó la policía (…) Primera vez que pasaba eso en la zona y lo hicimos por la rabia de lo que está pasando”, dijo José Barrientos, un vendedor de repuestos de 31 años en Catia, quien acudió a la actividad de la oposición en Chacaíto.

A LA ESPERA DE UNA SALIDA

En zonas al oeste de Caracas, los cuerpos de seguridad restringieron el paso de los ciudadanos para movilizarse al este de la ciudad, donde se realizó la manifestación.

Algunos llegaron. “Es la primera vez que vengo a protestar” dijo Sulaima Romero una jubilada de 62 años. “Íbamos a la plaza Madariaga pero había bombas y nos vinimos aquí al este. Esto no es definitivo pero es un paso para lograr un cambio”, dijo desde Chacaíto, uno de los puntos de concentración de la oposición.

El oficialismo se concentró en el centro de Caracas y realizó una marcha en la que participaron miles de simpatizantes, pero con un volumen menor al de movilizaciones registradas hace siete años, según testigos Reuters.

“Vinimos a apoyar al Presidente Maduro. Pasamos por momentos críticos, por los ataques económicos, por ello el presidente debe tomar medidas duras”, dijo Paul Huerta jubilado de 70 años que participaba en la marcha oficialista. / Reuters