Raúl Castro realiza una simbólica visita a Francia marcada por la economía

Francia, 1 Feb. (EFE).- El presidente cubano, Raúl Castro, inicia este lunes una visita de Estado a Francia, dominada por temas económicos pero que reviste una fuerte dimensión simbólica de su apertura al mundo tras la reconciliación con Estados Unidos.

Raúl Castro, que llegó el sábado a París para dos días de visita privada, comienza este lunes por la mañana su visita con una ceremonia solemne en el Arco del Triunfo, donde le dará la bienvenida Ségolène Royal, ministra de Ecología y del Desarrollo Sostenible.

Por la tarde, se reunirá con el presidente François Hollande en el palacio del Elíseo, donde se firmarán varios acuerdos, incluyendo uno de anulación de parte de la deuda cubana con Francia.

Y, a continuación, Castro será el invitado de honor de una cena de gala en el palacio presidencial.

«Pienso que esta visita es importante para la imagen de Cuba (…), le ofrece indiscutiblemente un realce internacional», explicó a la AFP Eduardo Perera, de la Universidad de La Habana.

La visita del presidente cubano a Francia responde de hecho a la realizada por su homólogo francés a Cuba en mayo pasado.

Hollande fue el primer líder occidental en visitar la isla después del deshielo con Estados Unidos, que se inició a finales de 2014 y se concretó con la apertura de embajadas de ambos países a mediados de 2015.

En ese contexto de reconciliación, la etapa parisina del gobierno comunista cubano ofrece la ocasión perfecta de presentar al mundo un nuevo rostro, ya vislumbrado por las frecuentes delegaciones occidentales que desfilaron por La Habana en los últimos meses.

París busca reforzar la presencia de empresas francesas en una Cuba que se abre poco a poco a la economía de mercado.

Con un comercio anual de unos 180 millones de euros, Francia forma parte de los 10 primeros socios de Cuba y, entre sus planes, está profundizar sus relaciones con La Habana.

La isla, un polo turístico en expansión y con una obra de mano calificada, es vista por Estados Unidos y sus competidores europeos con renovado interés.

París considera asimismo que Cuba tiene un lugar particular en América Latina, una región prioritaria para la diplomacia del gobierno de Hollande.

Desde su elección en mayo de 2012, el presidente francés ha recibido a numerosos dirigentes latinoamericanos, ha realizado varias visitas a países de la región (Brasil, México, Cuba) y viajará próximamente a Perú, Argentina y Uruguay.

Con el propósito de crear las mejores condiciones posibles para esta nueva relación, Francia fue recientemente el artífice de un acuerdo sobre la deuda cubana con sus acreedores del Club de París.

En virtud de ese convenio, la isla logró que le condonaran 8.500 millones de dólares, lo que debería desbloquear su acceso a los mercados financieros, mientras espera el fin del embargo estadounidense impuesto en 1962, condenado durante varios años por Francia.

Pero París quiere aprovechar la visita de Castro para ir más allá y anunciar planes de financiamiento en el marco de la reestructuración de la deuda cubana.

Los franceses también están en la primera línea de las negociaciones iniciadas en abril de 2014 entre Cuba y la UE, que pronto podrían desembocar en un «acuerdo de diálogo político y cooperación», lo que significará dejar atrás viejas controversias sobre los derechos humanos.

El espinoso tema, por el que Cuba es blanco de críticas frecuentes, estará en las «discusiones bilaterales», aseguró una fuente diplomática francesa en París.

Francia será siempre «vigilante» respecto a los derechos humanos y planteará la cuestión cada vez que sea necesario, pero considera que «el diálogo es lo más eficaz» para hacer avanzar las cosas en ese dominio, comentó otra fuente diplomática.

Cuestionado por su visita en mayo al expresidente Fidel Castro, Hollande hablará sin duda al respecto de forma discreta.

El martes, Raúl Castro mantendrá reuniones con la directora general de la Unesco, Irina Bokova, con los presidentes de la Asamblea y del Senado, con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el primer ministro Manuel Valls, antes de visitar el recién renovado Museo del Hombre.

Por su parte, el vicepresidente cubano, Ricardo Cabrisas, se reunirá con empresarios franceses el martes por la mañana en la sede del Medef, la principal organización empresarial de Francia.

La última visita de un presidente cubano a Francia tuvo lugar en marzo de 1995, cuando Fidel Castro fue invitado por François Mitterrand al final de su segundo mandato. Castro también asistió a los funerales de Mitterrand en enero del año siguiente.