Tras la Constituyente crece la presión internacional contra el gobierno de Maduro

 

Caracas, 1 Ago. — El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, celebró la amplia participación en la elección de los candidatos para la Asamblea Nacional Constituyente, pero lo hizo en medio de un rechazo generalizado de la comunidad internacional que cuestiona la legitimidad del proceso.

Solo los jefes de Estado de Bolivia, Nicaragua, El Salvador y Cuba, avalaron los resultados de las elecciones, mientras el Gobierno ecuatoriano expresó su respaldo a todo proceso de diálogo que contribuya con la búsqueda de la paz en Venezuela, así como rechazó la injerencia de otros Estados en asuntos internos de ese país.

Estados Unidos, por su parte,  anunció sanciones económicas directas contra el presidente Maduro, entre las que figuran la congelación de activos bajo jurisdicción estadounidense.

 “Las elecciones ilegítimas de ayer (domingo) confirman que Maduro es un dictador que ignora la voluntad del pueblo venezolano”, indicó el secretario estadounidense del Tesoro, Steven T. Mnuchin.

En febrero pasado el gobierno estadounidense congeló los activos al entorno del vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, por mantener supuestos vínculos con el narcotráfico. Y la semana pasada sancionó a otros 13 funcionarios cercanos a Maduro, acusados de quebrar la democracia, corrupción o violación de derechos humanos.

El presidente Donald Trump también amenazó con sanciones económicas, lo que hacía temer una afectación a la industria petrolera, fuente del 96% de los ingresos venezolanos. Estados Unidos compra 800.000 barriles diarios de petróleo (bpd) de los 1,9 millones que produce Venezuela.

Sin embargo, Mnuchin explicó que se revisan “todas las opciones” y advirtió de que cualquier persona que integre la Constituyente puede ser objeto de represalias. Pero alejó la posibilidad de sanciones petroleras al asegurar que el “objetivo es no hacer nada que afecte a la gente de Venezuela”.

“¿Qué carajo nos importa a nosotros lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de Venezuela”, exclamó Maduro ayer al celebrar lo que calificó un “triunfo histórico” de la revolución.

Frente a gobiernos y adversarios que califican la Constituyente de “ilegítima”, Maduro aseguró que su “legitimidad” está garantizada por ocho millones de electores (41,5% del padrón) que según el poder electoral votaron el domingo.

La jornada electoral que estuvo marcada por actos violentos y enfrentamientos entre activistas de la oposición y guardias nacionales dejó 10 muertos, lo que elevó a más de 120 los fallecidos en cuatro meses de protestas que exigen la salida de Maduro.

El candidato a la Constituyente, José Félix Pineda Marcano, de 39 años, fue asesinado la noche del sábado en su domicilio, en Ciudad Bolívar, pero aún no se sabe si hay un móvil político.

La oposición, que no participó en el voto, convocó a protestas ayer en todo el país y para mañana en Caracas, contra la instalación de la Constituyente. “No reconocemos este proceso fraudulento, para nosotros es nulo”, dijo el líder opositor Henrique Capriles, al llamar a nombre de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a las protestas.

Además de Estados Unidos, Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Costa Rica, México y España desconocieron la Constituyente. Brasil llamó a Maduro a suspender su instalación y Perú convocó a una reunión de cancilleres de la región el 8 de agosto en Lima sobre la crisis.

El gobierno paraguayo reafirmó “su posición de desconocer la ilegal convocatoria” y dijo que tampoco reconoce los resultados.

Guatemala expresó su preocupación de que el gobierno de Maduro haya desatendido “las múltiples peticiones de gran parte de la población, así como de la Comunidad Internacional” y se mostró contra el proceso del domingo.

El ministro británico de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, pidió una ‘acción urgente’ del Gobierno de Venezuela para detener la división del país, que cree que está “al borde del desastre”.

La Unión Europea expresó “preocupación” por la democracia en Venezuela” y “serias dudas” de que el bloque reconozca la Constituyente. “El gobierno se prepara para un escenario de aislamiento internacional severo e intenta unificar sus cuadros contra el enemigo externo”, señaló el analista Luis Vicente León.

Bolivia, estrecho aliado de Venezuela, pidió al mundo respetar la Constituyente y el gobierno izquierdista de El Salvador espera que esta sirva para hallar una salida a la crisis. / AFP