Perú, 16 Ago. — Los glaciares tropicales de Sudamérica desaparecen a causa del hollín y del aumento en la temperatura, lo que pone en riesgo el suministro de agua de comunidades que durante siglos han dependido de ellos. Sin embargo, los expertos dicen que el lento proceso, que se mide en centímetros de retroceso glaciar por año, también puede ocasionar una repentina y drástica tragedia.
El derretimiento de glaciares como el Pastoruri, de Perú, han hecho que ciudades como Huaraz, ubicada en la parte baja del glaciar, a unos 55 kilómetros (35 millas) de distancia, estén en riesgo de aluviones repentinos originados por lagos glaciares, algo que los científicos llaman GLOF (Glacial Lake Outburst Flood).
Un GLOF ocurre cuando las paredes débiles de un valle de alta montaña se colapsan por el peso del agua de deshielo de un glaciar. Ejemplos recientes incluyen el rápido desagüe del glaciar Ventisquero de Chile en 2013 en el parque nacional Bernardo O’Higgins, seis años después de que otro lago cercano prácticamente desapareció ahí.
Estos lugares están en la remota y poco poblada Patagonia. Pero si el lago glaciar Palcacocha colapsara, ocasionaría una inundación perjudicial, según expertos en Perú, como si fuera el primo pequeño y moderno del antiguo GLOF que se cree que abrió el canal de la Mancha.
«A medida que desaparecen los glaciares en el mundo, hay menos agua disponible para generar energía hidroeléctrica, y como recurso renovable para la agricultura para consumo humano», dijo Benjamin Orlove, profesor de asuntos internacionales y públicos de la Universidad de Columbia en Nueva York. «El retroceso de glaciares también ocasiona varios desastres. Laderas enteras se desestabilizan, ocasionando deslaves que se desplazan varias millas (kilómetros) y han destruido pueblos enteros».
Benjamín Morales Arnao, director del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña de Perú, dijo que aunque los glaciares del país «son fuente de vida por sus recursos hídricos y su gran biodiversidad. también son fuente de catástrofes de origen glaciar».
El problema es que los lagos glaciares con frecuencia son estructuras bastante frágiles, creados cuando rocas y escombros desplazados por un glaciar forman una morrena que contiene su salida de agua. La represa también puede crearse con trozos del propio hielo del glaciar. Estas estructuras inherentemente inestables pueden colapsar con rapidez, sobre todo en lugares como Perú, que es propenso a frecuentes y violentos sismos.
En una conferencia la semana pasada sobre el retroceso de glaciares en Perú, Morales dijo que Huaraz, una ciudad de unos 100.000 habitantes, está particularmente en riesgo por el lago glaciar Palcacocha, ubicado a unos 20 kilómetros (12 millas) arriba de la montaña erguida sobre la ciudad. En el pasado, presas, aliviaderos y otras obras han ayudado en otros lugares.
Enormes GLOF ocurren de forma regular en partes escasamente pobladas de Islandia y otros países.
El Centro Internacional de Desarrollo Integrado de las Montañas, un centro de investigación intergubernamental que actúa en los ochos países del Himalaya, dijo que en Nepal -cuya cercanía con las fuentes de agua de deshielo más elevadas y grandes en el mundo lo hacen particularmente vulnerable-, «se le prestó poca atención al fenómeno hasta el repentino aluvión de Dig Tsho», un relativamente pequeño lago de agua de deshielo en el parque nacional Monte Everest.
El 4 de agosto de 1985, se colapsó la presa de morrena y, en cuatro horas, toda su agua fluyó hacia un valle río abajo, ocasionando pérdidas a una distancia de entre 50 y 60 kilómetros (30 y 35 millas).
Los científicos determinaron después que «una gran avalancha de hielo y roca cayó en cascada hacia el lago, creando una ola que desbordó la morrena y causó su colapso», reportó el centro. «Se calcula que descargó entre 6 y 10 millones de metros cúbicos (hasta 2.600 millones de galones) de agua en el valle de abajo».
Una solución al riesgo es la construcción de canales de piedra o recubiertos de cemento a través de las presas glaciares. Muchas presas de morrena han colapsado porque el agua de deshielo las erosiona al filtrarse o pasarles por encima. Otra solución sería evitar el calentamiento global que ocasiona, cada vez más, que los glaciares se derritan.
Los expertos en el Foro Internacional de Glaciares y Ecosistemas de Montaña, llevado a cabo en Huaraz la semana pasada, concluyeron que, por lo menos de momento, el mundo simplemente tendrá que hacer planes para los glaciares que se derriten.
«Los procesos de cambio climático y desglaciación son irreversibles, necesitamos ejecutar acciones de adaptación y mitigación de riesgos», dijo el foro en sus conclusiones.
«La solución a largo plazo es que el mundo cambie a diferentes fuentes de energía, fuentes que sean renovables, fuentes que no emitan gases que provoquen cambio climático», dijo Orlove. «A corto plazo tenemos que hallar adaptaciones, como instalar sistemas de alerta temprana para desastres en las áreas más vulnerables».
AP