Santiago, 17 Sep. (AFP).- Ocho muertos y un desaparecido dejaba un potente terremoto de 8,3 grados que azotó al centro y norte de Chile, uno de los países más sísmicos del mundo, donde aún se evaluaban los daños ocasionados.
Al anunciar el último reporte desde la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), en Santiago, el ministro del Interior y Seguridad, Jorge Burgos, lamentó la pérdida de vidas, y resaltó no obstante que la cifra preliminar de fallecidos «es muy baja» en comparación con la magnitud del fenómeno. El sismo se sintió a las 19:54 (22:54 GMT) del miércoles y activó de inmediato una alerta de tsunami en todo el borde costero chileno y varios países del Pacífico, que fue cancelada horas después. «Se trata de un terremoto de gran magnitud, que lo ubica como el terremoto más potente que ha tenido el mundo este 2015, pero los chilenos estamos acostumbrados», agregó el ministro. Burgos situó a la región de Coquimbo, en el norte chileno, como la zona más afectada por el terremoto, que tuvo su epicentro a 42 km al oeste de la pequeña localidad de Canela Baja, en el mar, según el último reporte oficial. Un nuevo tsunami Las zonas pobladas más afectada de acuerdo a los primeros informes serían la localidad de Illapel, de unos 31 000 habitantes y a unos 230 km al norte de Santiago, así como el pueblo costero de Tongoy, en la región de Coquimbo, donde las olas arrasaron su borde costero. En Illapel, imágenes de la Televisión Nacional de Chile mostraban una decena de viviendas de adobe destruidas en el centro de la cuidad, mientras que en Tongoy, el paso de las olas generó gran destrucción en el centro de la localidad. «La ciudad está destruida. Aquí fue terrible», narró un vecino de Tongoy a TVN. El puerto de la ciudad de Coquimbo sufrió también «severos daños», de acuerdo con las autoridades. La alerta de tsunami motivó la evacuación hacia sectores altos de un total de un millón de personas, sin mayores complicaciones en todo el territorio nacional. La mayoría había retornado ya a sus hogares. «Se evacuó ordenadamente a casi un millón de chilenos y chilenas», dijo Burgos. Casi 160 000 familias se encontraban aún sin energía eléctrica y se registraban 616 albergados, dijo por su parte Ricardo Toro, director de la Onemi. La presidenta Michelle Bachelet decretó zona de catástrofe para la provincia de Choapa (norte), donde se localizó el epicentro del sismo, lo cual implica que dicha región queda bajo mando militar y el Estado entregará mayores recursos a la localidad para atender la emergencia.
En conferencia de prensa a la medianoche la mandataria anunció que viajaría a primera hora del jueves, 17 de septiembre de 2015, a la zona del siniestro «para ver cuáles son las necesidades de apoyo. Queremos hacer una evaluación precisa en terreno». Las clases fueron suspendidas en las poblaciones costeras de la región centro-norte. Decenas de réplicas El Centro Sismológico Nacional (CSN) de Chile estimó que el terremoto fue de 8,4 grados Richter, en tanto el Servicio Sismológico de Estados Unidos (USGS) lo situó en 8,3 grados de magnitud de momento. Decenas de réplicas, algunas de ellas de gran intensidad, continuaban registrándose este jueves y mantenían en alerta a la población. El movimiento telúrico se sintió también en Argentina, especialmente en la zona fronteriza con Chile, pero también en su capital Buenos Aires, a más de 1 500 km al este del epicentro. En Santiago se vivieron escenas de pánico y miles de personas evacuaron los edificios altos, pero no hubo cortes de energía ni daños mayores en infraestructura. La cuprífera Codelco, la mayor productora de cobre del mundo con cerca del 11% del total mundial, informó que ni sus trabajadores ni sus operaciones sufrieron daños. El sismo ocurrió en la víspera de fiestas patrias, una de las celebraciones más esperabas por los chilenos. Chile es uno de los países más sísmicos del mundo y uno de los mejores preparados para enfrentar este tipo de tragedias. En el 2010, la zona central de Chile fue sacudida por un terremoto de 8,8 grados y un posterior tsunami, que dejó más de 500 muertos. En abril del año pasado, otro sismo, de 8,2 grados, sacudió a la cuidad de Iquique, dejando seis muertos.