Miami, 16 Jun. — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso el viernes limitaciones más duras para los estadounidenses que viajan a Cuba y restricciones para las empresas de su país que hacen negocios con las fuerzas armadas en la isla, asegurando que «con la ayuda de Dios lograremos una Cuba libre pronto».
En un discurso en Miami en el que presentó su nueva política hacia Cuba, la Casa Blanca anunció planes para revertir parte de la histórica apertura del expresidente Barack Obama al país de gobierno comunista después del hito diplomático alcanzado en el 2014 por los viejos enemigos de la Guerra Fría.
Sin embargo, Trump mantuvo sin cambios varias de las iniciativas de Obama, incluyendo la reabierta embajada estadounidense en La Habana, a pesar de que buscó mostrar que estaba cumpliendo con su promesa de campaña de adoptar una postura más dura hacia Cuba.
«No seguiremos callados ante la opresión comunista», dijo Trump a una animada multitud en el barrio cubano-americano Little Havana en Miami, que incluía al senador republicano Marco Rubio, quien ayudó a elaborar las nuevas restricciones sobre Cuba y habló un momento en español antes del discurso de Trump.
En una inusual transmisión en vivo, el discurso del presidente estadounidense fue emitido el viernes por la cadena Telesur en todo el territorio de Cuba.
El nuevo enfoque de Trump, que será consagrado en una nueva directiva presidencial, busca un cumplimiento más estricto de una vieja prohibición sobre los estadounidenses que viajan a Cuba como turistas, y también prevenir que se usen dólares para financiar a lo que su administración ve como un gobierno represivo controlado por las fuerzas armadas.
Pero ante la presión de empresas estadounidenses, e incluso de algunos republicanos, para que no vuelva a cero en las relaciones con la isla de gobierno comunista, el presidente republicano optó por dejar intactos varios de los pasos de su antecesor hacia la normalización bilateral. / Reuters