Washington, 3 Nov. — Con la jornada electoral a la vista, Donald Trump intenta nuevamente demostrar la disciplina y moderación que no pudo conseguir en meses de campaña con la esperanza de no cortar el impulso que lo ha acercado a Hillary Clinton, en tanto la demócrata y sus aliados tratan de hacerlo tropezar.
Los candidatos llevaban su enfrentamiento a Florida y North Carolina, dos estados cruciales para que Trump llegue a la Casa Blanca. Faltando cinco días para el 8 de noviembre, el candidato republicano tan anticonvencional se aferraba a las convenciones, con avisos optimistas, la inusual presencia de su esposa y haciendo esfuerzos -sin ocultarlo- por concentrarse en su mensaje.
«‘El mensaje, Donald, el mensaje»’, dijo Trump entre risas que le repiten constantemente sus colaboradores. «Nada de desvíos, Donald. Bien sencillo, bien sencillo».
Melania Trump tiene previsto un acto en Pennsylvania, el primero desde que habló en la convención republicana. La ex modelo tratará de responder a los ataques de Clinton, que presentan a Trump como enemigo de las mujeres, una estrategia que los demócratas consideran la mejor para alterar los nervios del republicano y privarlo de los votos femeninos.
En fragmentos de las declaraciones preparadas de Melania Trump, distribuidos por la campaña, ella dirá: «Vengo hoy aquí a hablar de mi esposo, Donald, y su profundo amor y respeto por este país y toda su gente… Y vengo a hablar de nuestra unión, nuestra familia y lo que sé con certeza en mi corazón sobre este hombre que devolverá la grandeza a Estados Unidos».
Clinton llevó su mensaje a un acto multitudinario el miércoles por la noche, durante el último juego de la serie final del béisbol. Los demócratas emitieron una serie de avisos que destacaban los comentarios obscenos de Trump sobre las mujeres. La publicidad de Trump fue una mezcla de ataques y optimismo. Un aviso promete «un futuro más luminoso que nuestro pasado».
La campaña de Clinton quiere asegurarse que los votantes tengan presente las declaraciones vulgares y despectivas de Trump sobre las mujeres, las minorías y los discapacitados cuando vayan a votar.
Uno de los que transmite ese mensaje es el presidente Barack Obama, que prevé encabezar eventos en Florida mientras Clinton lo hace en Raleigh y Winterville, North Carolina.
El camino de Trump hacia la Casa Blanca es sumamente arduo y no puede prescindir de un triunfo en Florida. El miércoles encabezó eventos en Miami, Orlando y Pensacola, y el jueves lo hará en Jacksonville.
En tanto, el Comité Nacional Senatorial Republicano dijo que tiene nuevas esperanzas para su candidato en Wisconsin, un estado que favorece a los candidatos demócratas en años de elecciones presidenciales. El comité se gastará cerca de 1 millón de dólares en anuncios de campaña, incluyendo en Milwaukee y Green Bay, en favor del senador republicano, Ron Johnson, considerado desde hace tiempo uno de los senadores más vulnerables.
Sondeos privados y públicos muestran una diferencia de un solo dígito entre Johnson y su rival demócrata Russ Feingold.
Los republicanos batallan ferozmente para proteger su mayoría de 54-46 en el Senado. / AP