Choquehuanca recuerda a Bartolina Sisa con un llamado a trabajar por la unidad

 

La Paz, 5 sep — En la plaza Murillo, allá donde hace 240 años fue ejecutada la líder indígena, Bartolina Sisa, el presidente en ejercicio del Estado, David Choquehuanca, y cientos de mujeres recordaron este lunes el legado de la esposa de Tupac Katari con un llamado a seguir trabajando por la unidad y mantener la lucha contra todo tipo de sometimiento.

Tal como rezaba la condena “en pena ordinaria de suplicio” del oidor Francisco Tadeo Diez de Medina en contra de la mujer “del feroz Julián Apaza o Tupac Katari”, el 5 de septiembre de 1782, Sisa fue sacada de cuartel, hoy edificio de la Gobernación de La Paz, a la plaza Mayor.

“Atada a la cola de un caballo con una soga de esparto al cuello, una coroza (cucurucho que se ponía por afrenta en la cabeza de los reos) de cuero y plumas y una aspa afianzada sobre un bastón de palo, en la mano” fue arrastrada por la entonces denominada Plaza Mayor.

Luego de perder el conocimiento, Sisa fue “conducida a la horca” “hasta que naturalmente” falleció.

Después, su cabeza y manos fueron clavadas en “picotas con el rótulo correspondiente” y se fijaron “para el público escarmiento en los lugares de Cruz Pata, Alto de San Pedro y Pampajasi, donde estaba acampada y presidía sus juntas sediciosas”.

Luego de tiempo, sus restos fueron quemados y sus cenizas fueron arrojadas “al aire”, refiere la historiadora Pilar Mendieta en su artículo «Mujeres en rebelión. Una mirada desde el diario de Francisco Tadeo Diez de Medina (1781)», publicado en la revista Investigaciones Sociales.

El oidor Diez de Medina consideró que ni al Rey ni al Estado le convenía que quedaran semillas de los caudillos y las mujeres vinculadas con los Tupac Amaru “por el mucho ruido e impresión que este maldito nombre ha hecho en los naturales para su alteración”.
Y así fue, no dejaron rastro de Sisa ni de Katari.

Para la ministra de Culturas, Sabina Orellana, la corona española “se equivocó al matar a Bartolina” porque con ello no intimidó en nada a las mujeres indígenas que hoy ya no solo levantan la voz en Bolivia sino en todo el mundo.

“Estamos en el mundo, que lo tengan claro”, dijo desafiante desde la plaza Murillo, en La Paz.

“Seguimos resistiendo hasta consolidar nuestro Estado Plurinacional”, enfatizó la ministra quechua.

Mientras que, para el presidente en ejercicio, David Choquehuanca, lo que pretendía la corona española con el exterminio de Katari y Sisa era “apagar la cultura” y silenciar a “los pueblos indígenas”.

Sin embargo, su objetivo fue truncado. Indicó que la semilla de Sisa se “quedó en cada uno de nosotros”, porque ella “nos enseñó a caminar con respeto” a la humanidad y a la Madre Tierra y también “a luchar contra todo sometimiento venga de donde venga”.

“Necesitamos alimentarnos del coraje, de la valentía, de la decisión y del ejemplo de nuestra hermana Bartolina Sisa. Vamos a seguir caminando, luchando contra el individualismo, el odio, la envidia, el racismo, la discriminación, la exclusión, contra el colonialismo, contra el imperialismo y el capitalismo, y vamos a seguir trabajando la unidad de los pueblos”, afirmó Choquehuanca.

A su vez, la ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, Flora Aguilar Fernández, afirmó que como la heroína indígena resistió al colonialismo, así las organizaciones sociales defenderán la democracia que fue recuperada en las elecciones de 2020, luego del golpe de Estado de 2019.

En honor a la líder indígena el 5 de septiembre fue la fecha instituida en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en 1983, en Tiahuanaco (Bolivia), para conmemorar el Día Internacional de las Mujeres Indígenas.

ABI