La Paz, 13 may — La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó este sábado que “Bolivia no es basurero de violadores” al demandar a la Iglesia Católica del país y del mundo y hacer justicia contra los autores de pederastia.
“Nosotros no somos un basurero de violadores y aquí vamos a hacer respetar la ley y los derechos de nuestra niñez mas allá de posiciones y creencias religiosas que las podemos tener”, afirmó Prada en una conferencia de prensa en la que expuso los contenidos del anteproyecto de ley de lucha contra la impunidad en delitos sexuales contra infantes, niños, niñas y adolescentes elaborado por el Gobierno.
La iniciativa fue presentada luego de que un reportaje del periódico español El País movió los cimientos de la iglesia católica en Bolivia al revelar las confesiones del jesuita español fallecido Alfonso Pedrajas de que abusó de más de 85 menores de edad, la mayoría del Colegio Juan XXIII, de Cochabamba, que es administrado por la Compañía de Jesús.
Alfonso Pedrajas Moreno, sobrino del jesuita, desempolvó el diario de su tío y ante la inacción de la Compañía de Jesús, que conociendo los hechos no lo denunció a la justicia, la envió al periódico español El País, que corroboró los datos con el testimonio de víctimas e incluso con uno de los jesuitas que conocía los delitos de Pedrajas, su confesor Marcos Recolons.
Recolons no era el único que sabía de estos ilícitos. De acuerdo con la Asociación de ex Alumnos del Colegio Juan XXIII (ASIAJ23), los directivos del establecimiento, que son designados por la Compañía de Jesús, se negaron en 2022 a investigar las denuncias de pederastia cometidos por Pedrajas a pesar de “conocer del asunto”.
La propia Compañía de Jesús admitió de manera clara su omisión: “en el pasado no supimos atender tu dolor”. El mensaje lo divulgó el miércoles para que las víctimas hagan sus denuncias.
No obstante, el pasado 7 de mayo, el arzobispo de Santa Cruz, René Leigue, desde el púlpito, se solidarizó con la Compañía de Jesús, pues dijo que “no todos los jesuitas son culpables” de los “errores cometidos” por el fallecido Pedrajas.
Prada replicó que “no es un error, no es un hecho aislado, sino delitos que han arruinado la vida de esas niñas y esos niños hasta el día de hoy sin que exista justicia”.
Además, señaló que es “inconcebible” y “no se puede tolerar” que “sacerdotes que tienen, en otros países, denuncias por posibles hechos de violación, que están siendo investigados, sean enviados a nuestro país sin que aquí la iglesia haga nada para que estas personas ingresen”.
Uno de ellos fue el sacerdote jesuita Luis Tó González, quien aparece en el diario de Pedrajas y que fue condenado a la cárcel por abusar de una niña de ocho años de edad en España, en la década de los noventa, y que fue destinado a Bolivia donde vivió hasta su muerte en abril de 2017.
Según los jesuitas, la razón para que Luis Tó sea enviado a Bolivia es porque “se veía conveniente alejarle de Barcelona”, detalla una nota publicada en 2018 por el diario español El País.
De acuerdo con la información que presenta el mencionado medio español que investigó la historia de 18 religiosos denunciados por abusos que fueron trasladados a América Latina y África, Luis Tó recibió “tratamiento psiquiátrico” en Bolivia, desde 1994 y que sus superiores conocían su situación.
Tó llegó al país con la prohibición de tener actividad pastoral o docente con menores; sin embargo, cuando falleció, la curia boliviana informó que el abusador colaboró toda su vida en el Centro de Multiservicios Educativos de los jesuitas y en las escuelas populares de Fe y Alegría.
Al insistir en el caso del jesuita Pedrajas, la ministra señaló que “no puede ser que un hecho aberrante sea silenciado” por otros hechos.
Si bien señaló que “está bien denunciar posibles actos de corrupción y posibles fallas en procesos de procedimientos vinculados a temas de robos de autos”, también afirmó que “no puede ser que un tema de un auto esté por encima de los derechos de los niños y niñas”.
“Es perfecto que se quieran hacer comisiones para investigar el caso del auto (que fue incautado y donado, y que apareció con un reporte de robado en Chile), y ojalá con esa misma preocupación y celeridad se actuara para que no se vaya cayendo los casos de nuestras niñas y niños”, indicó.
Y a la iglesia católica, Prada exigió “no solamente en el caso de aquí de Bolivia, sino a nivel mundial y sus instancias competentes, a que no solo se pronuncien de manera contundente contra estos hechos, sino a que haya justicia, que así como en distintos sermones de domingo se pronuncian de manera contundente sobre hechos políticos en nuestro país éste es un tema sobre el que debieran pronunciarse no solamente un domingo, sino pedir absoluta celeridad y todo el peso de la ley contra personas que algunas no tendrán vida en este momento, pero que han habido cómplices y no puede existir impunidad en relación a estos hechos”.
ABI