Bolivia, 15 abr — El gobierno de Gabriel Boric puso fin al estado de excepción que comenzó su antecesor Sebastián Piñera en febrero para controlar la crisis migratoria en su territorio; no obstante, se mantendrá el despliegue militar en la zona.
El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, anunció que se mantendrá el personal militar y policial en la frontera de la llamada «macrozona norte del país» a pesar del fin del estado de excepción en la zona.
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«El estado de excepción termina, pero el Gobierno va a mantener vigente el decreto 265 que permite mantener a todo el personal policial, pero también a todo el personal de las Fuerzas Armadas y a todo el equipamiento de apoyo para el control de las fronteras» anunció Monsalve.
El 12 de febrero, Piñera decretó estado de excepción en cuatro comunas fronterizas de su país y después de dos meses en vigencia la medida llegó a su fin hoy.
El objetivo de la medida fue mejorar la seguridad de control de rutas y luchar contra el crimen organizado, y también se autorizó la colaboración de autoridades civiles y policiales a las Fuerzas Armadas para realizar «actividades que se vinculen al tráfico ilícito de migrantes, y al narcotráfico y crimen organizado transnacional, en el marco de las facultades que la Constitución y la ley les otorguen, en zonas fronterizas del territorio nacional».
No obstante, la medida fue cuestionada por los pobladores de la zona porque los migrantes, entre ellos bolivianos, utilizaron rutas ilegales para intentar llegar al vecino país, pero encontraron la muerte.
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