La Paz, 3 ene — Sin estructura, ni liderazgo, ni estrategia; fragmentada y dividida, así competirá la oposición desde múltiples organizaciones políticas en las elecciones de autoridades Departamentales, Regionales y Municipales el 7 de marzo de 2021; con una sola consigna “ganarle y contener al MAS”.
Son 121 organizaciones políticas que inscribieron a 20.337 personas que aspiran a ser electos para 5.000 cargos en los gobiernos departamentales, asambleas legislativas departamentales, alcaldías, concejos municipales y autonomías indígena originaria campesinas.
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Los analistas políticos Paul Coca y Marcelo Arequipa sostienen que los opositores participan de las elecciones subnacionales no solo divididos, sino sin estrategia, situación que los coloca en desventaja con el Movimiento al Socialismo (MAS).
“La oposición en la mayoría de las regiones está yendo fraccionada, cada una por su lado, enfrentándose a sí misma”, sostuvo Coca a ANF; al precisar que los disidentes al MAS no pueden ser considerados como opositores, porque no pierden su afinidad con el masismo.
Marcelo Arequipa interpreta este escenario de fraccionamiento en las filas de la oposición como una “falta de estrategia política”, que se guía solo por una consigna reiterativa, “ganarle” y “contener” al MAS, es decir, “siguen viviendo a la sombra de Evo Morales”, comentó.
De las 121 organizaciones políticas, la mayoría se consideran opositores al MAS, que es el único partido político en el país que inscribió candidaturas para todas las gobernaciones y alcaldías; definiciones que se dieron en medio de disputas, enfrentamientos y disidencias.
Otros partidos como Demócratas o alianzas como Comunidad Ciudadana si bien tienen alcance nacional, no inscribieron candidatos en todos los departamentos y municipios y han resignado espacios territoriales por su precaria institucionalidad así como crisis internas.
También participan agrupaciones ciudadanas departamentales y municipales, por lo tanto su área de intervención política son esas unidades territoriales.
En la línea de Coca, los ejemplos de opositores que se enfrentarán entre ellos son varios. En los departamentos con mayor población, Santa Cruz y La Paz, se presentarán esos escenarios.
Es el caso de la gobernación cruceña, donde se inscribieron seis candidaturas, el MAS con su candidato Mario Cronenbold se enfrentará al resto de opositores: Luis Fernando Camacho (Creemos), Germain Caballero (Unidos), Chi Hyun Chung (ASIP), José María Cabrera (Fortaleza y Esperanza) y Luis Felipe Dorado (SOL), mismos que también pugnarán entre sí.
En La Paz, el escenario no es diferente, se inscribieron ocho candidatos; el MAS registró a Franklin Flores y siete opositores: Felipe Quispe el Mallku (Jallalla), Rafael Quispe (Somos Pueblo), Juan Choque (Venceremos), Santiago Quenta (Unidos), Félix Patzi (Movimiento Tercer Sistema), Samuel Sea (Unidos por La Paz), Beatriz Álvarez (Sol.bo) y Franclin Gutiérrez (FPV).
Demócratas que controló hace 14 años la gobernación cruceña hoy atraviesa una de sus peores crisis, hasta el punto de que su liderazgo ha sido desplazado por Luis Fernando Camacho, lo que ha incidido en la definición de sus candidaturas.
“Se ve a Luis Fernando Camacho en Santa Cruz que prácticamente se termina comiendo a Demócratas. Hoy ya está claro quién tiene la hegemonía en Santa Cruz, ahora está resuelto, el que tiene la hegemonía es Creemos”, dice Arequipa.
Demócratas dirigido por el gobernador Rubén Costas vivió en diciembre un sacudón político, los influyentes dirigentes Oscar Ortiz y Vladimir Peña renunciaron a la organización denunciando prácticas “antidemocráticas” y arbitrarias en las decisiones internas.
Ambos aspiraban a ser candidatos en las elecciones subnacionales, Peña incluso ya había anunciado su precandidatura a la Gobernación; sin detalles de cómo fue seleccionado Roly Aguilera fue presentado de manera sorpresiva como candidato a la Alcaldía.
La expresidenta, Jeanine Añez, que ya estaba distanciada de su partido, formalizó mediante una carta su renuncia al mismo ante Costas, en la que revela que los Demócratas no la apoyaron en su gestión, además de criticar a Ernesto Suárez por manejar Beni como su patrimonio personal.
La exdiputada Shirley Franco, días antes de cerrarse la inscripción de candidatos, declinó su candidatura a la alcaldía de Cochabamba por la alianza Somos Renovación conformada por Demócratas y Pueblo Unido. Argumentó que no sería parte del “grotesco y vergonzoso escenario”, en relación a la dispersión del voto generado por las fuerzas opositoras.
El analista Coca interpreta que la situación de Demócratas es producto de su paso “por el gobierno transitorio”; es el partido más golpeado al que le pasaron la factura en estas elecciones “a tal nivel que ni siquiera se ha animado a pelear por la Gobernación cruceña”.
Lo que se prevé es que Demócratas perderá la plaza de Santa Cruz porque no tiene candidato para competir, además de otros espacios locales donde se ha presentado en alianzas. Ha quedado sin representación nacional, después de que Juntos, que era una alianza entre Unidad Nacional y Demócratas, se “bajó” y declinó participar en las Elecciones Generales.
A diferencia de Santa Cruz, en La Paz no hay un liderazgo tan marcado. No aparece Demócratas y Comunidad Ciudadana formó alianza con Unidad Nacional y Sol.bo, aunque la organización del alcalde Luis Revilla rompió el acuerdo por las candidaturas al municipio.
LA COMPETICIÓN POR LAS ALCALDÍAS
Para las alcaldías en las ciudades más grandes y con mayor población como Santa Cruz, La Paz y El Alto se ha producido una explosión de agrupaciones ciudadanas de alcance generalmente local o departamental, por lo tanto, habrá una mayor disputa.
En La Paz los candidatos a la Alcaldía paceña son 10, César Dockweiler (MAS), David Castro (Jallalla), Ronald Escobar (MTS), Luis Larrea (Unidos), Iván Arias (Somos Pueblo), Amilcar Barral (PAN-BOL), Waldo Albarracín (Unidos por La Paz), José Manuel Encinas (Venceremos), Juan Carlos Arana (MPS) y Álvaro Blondel (Sol.bo).
Pugnan por la silla municipal 10 candidatos en Santa Cruz, Adriana Salvatierra (MAS) y nueve opositores: Rosario Schamisseddine (Unidos), Angélica Sosa (SPT), Enrique Bruno (SOL), Roly Aguilera (Demócratas), Johnny Fernández (UCS), Roberto Fernández (ASIP), Gary Añez (Comunidad Ciudadana), Omar Rivera (Alianza Vecinal+MTS) y Víctor Hugo Núñez (FE).
En los municipios de La Paz y Santa Cruz hay una coincidencia, ni Luis Revilla ni Percy Fernández pueden ir a la reelección por mandato constitucional, por lo tanto, está en duda si sus candidatos Blondel y Sosa tienen “la talla” para ganar las elecciones.
Aunque según Coca, además del impedimento constitucional para la repostulación, después de más de una década al frente de los gobiernos municipales, Sol.bo y Santa Cruz para Todos, han llegado a “un desgaste natural del ejercicio del poder”, precisa Coca.
En la capital paceña los opositores no se unieron, la única alianza fue Unidos por La Paz entre Unidad Nacional (UN), Comunidad Ciudadana (CC) y Sol.bo, pero quedó fracturada por diferencias entre las dos últimas organizaciones políticas por la definición de candidaturas.
Sol.bo ha tenido tres “fracasos” en su intento de ser una organización de alcance nacional, cuando el Tribunal Supremo Electoral rechazó otorgarle la personería jurídica, en 2019 hizo alianza con CC para apoyar a Carlos Mesa y esos comicios se anularon y, en 2020 se alió a Añez, pero ella abandonó el proceso electoral.
Arequipa sostiene que este tipo de alianzas son un error, porque se cree que “la suma de las voluntades va a dar un resultado electoral, cuando estamos viendo que esas alianzas son muy frágiles y se pueden resquebrajar en cualquier momento”.
Coca apunta a la falta de estructura de las organizaciones políticas, es el caso de CC que es una alianza “coyuntural” cuya base es el FRI. “CC se dedicaron a buscar el poder antes que hacer un partido con ideología propia y estructura nacional. Uno de los tantos errores que llevó a Mesa a la derrota electoral y eso está repercutiendo en el escenario subnacional”, afirmó.
En el municipio de El Alto disputarán por la silla edil, Zacarías Maquera (MAS); las otras organizaciones políticas tienen como candidatos a la expresidenta del Senado disidente del MAS, Eva Copa, ahora va con Jallalla, Rómulo Benegas (Unidos por La Paz), Oscar Huanca (Venceremos), Hugo Ávalos (FPV), Irene Mamani (Somos Pueblo), Edwin Cazorla (Unidos por mí La Paz) y Pablo Merma (MTS).
El desafío del partido azul es recuperar la plaza de El Alto, que la perdió en las elecciones de 2015. Soledad Chapetón de Unidad Nacional ocupó la silla edil durante seis años, quien decidió no ir a la repostulación dejando el espacio libre al MAS o en su caso a la disidente Eva Copa.
En relación a Unidad Nacional, Coca sostiene que el líder de este partido Samuel Doria Medina, en primer lugar no está posicionado, y tampoco “se anima a competir con su propia sigla”, por lo que también perderá ese municipio
En El Alto se perfila una dura disputa entre Maquera y Copa. El analista Coca cree que a diferencia de otros disidentes, la expresidenta del Senado sí podría tener una “gravitación” significativa, aunque insiste que no puede ser considera de oposición sino que sigue su afinidad por el masismo.
Copa decidió dejar el MAS después que la dirigencia de su partido resolvió nombrar a Maquera como candidato y desplazarla de la candidatura a la Alcaldía de la urbe alteña. Arequipa describe a Copa como “la cara de renovación del MAS y si vuelve al MAS eso favorece a ese partido”, comenta.
Acota que el otro problema de los opositores es la falta de liderazgos, carentes de una visión de largo plazo, “no se replantean la idea de proponer en el tiempo nuevas figuras y líderes”, limitándose a salvaguardar el espacio territorial donde tienen algo de intención de voto.
EL MAS BUSCA CONTROLAR EL ESPACIO TERRITORIAL LOCAL Y DEPARTAMENTAL
En el MAS han existido enfrentamientos físicos en la disputa por las candidaturas en más de un municipio, incluso acusaciones y denuncias de “dedazo” de su líder y expresidente Evo Morales para favorecer a algunos candidatos.
Arequipa manifiesta que a partir de que Morales pierde el poder y renuncia a la presidencia, “pasa algo en el MAS, peor cuando pasa lo del sillazo, son las críticas internas, eso antes no existía, ahora se ve con más claridad y vehemencia”.
El expresidente antes tenía “una centralización muy dura del poder. Ahora no hay eso”, acota, sin embargo, en esta coyuntura se ha percibido una mayor rebeldía de los militantes, al extremo de aventar una silla a la testera donde Morales se encontraba.
Para Coca, Morales no ha entendido que la crisis de octubre y noviembre ha demandado “renovación”, después que el expresidente buscaba ser reelecto por tercera vez. Por eso las bases del MAS han demandado que exautoridades no sean candidatos.
Sin embargo, a diferencia de la oposición el MAS y a pesar de sus diferencias internas, es la única organización que tiene militancia, estructura, fuerza; el resto de los partidos solo tienen candidaturas prestadas, buscan alianzas para participar, no presentan listas completas, no participan en todo el país”, dijo Coca.
Cree que el “MAS va a ser el partido más votado”, aunque sus autoridades locales electas no tendrán la misma tranquilidad para gobernar como en el pasado y tampoco llegarán a ganar en 300 municipios como es la aspiración de su máximo líder.
En esa misma línea, Arequipa también pone en duda que el MAS tenga un control hegemónico de los gobiernos locales y departamentales. “Hoy el MAS vive un proceso de reacomodo de sus fuerzas muy intenso. No se puede decir que Luis Arce o David Choquehuanca o el mismo Evo Morales dominan los espacios territoriales”, precisa Arequipa.
Sostiene que el MAS puede tener una importante presencia a nivel territorial si es que se inclina más por el masismo, porque posicionará la sigla y no un liderazgo específico, ya que actualmente el dilema se ve enfrentado entre “el masismo versus el evismo”.
“El MAS va a ser el partido más votado tal como ha sido en las últimas elecciones subnacionales, va a ser el más apoyado”, remata Coca.
ANF