Salvador Romero renuncia al TSE, tras conducir el ciclo electoral más complejo de la historia democrática

 

La Paz, 28 abr — Salvador Romero renunció al Tribunal Supremo Electoral (TSE), mañana presentará formalmente su carta de dimisión; afirmó que cierra una etapa personal y concluye una fase institucional con un tribunal presto para encarar nuevos desafíos.

En contacto con los medios de comunicación, Romero dio lectura a una carta en la que hizo conocer su decisión. Manifestó que aceptó la encomienda de integrar y presidir el Tribunal Supremo Electoral en la época más desafiante desde el retorno a la democracia.

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Dijo que “cumplido la esencia de las promesas” que hizo al asumir el cargo, el que tomó interés por el servicio a la reconciliación y la democracia en Bolivia.

“Al presentar la renuncia a la presidencia y a la vocalía cierro una etapa personal y concluye una fase institucional con un tribunal presto para encarar nuevos desafíos”, señaló Romero.

Salvador Romero fue designado por la expresidenta Jeanine Áñez en noviembre de 2019, después de la promulgación de la ley de convocatoria a las Elecciones Generales.

Manifestó que, a lo largo de este tiempo, “nada ha sido sencillo para alcanzar el logro de que el ciclo electoral deje una democracia fortalecida”.

La organización de los procesos electorales se realizó en medio de la polarización marcada por la hostilidad. Tras la anulación de las elecciones de octubre de 2019, quedó “quebrada la confianza en el TSE y en los procedimientos y los mecanismos electorales”, sostuvo.

Asimismo, afirmó que el organismo electoral “fue golpeado con saña por doquier, amenazas y hostigamientos de casi todos los frentes políticos, a veces sucesivos y en otras simultáneos”, pero que optó por el diálogo para llegar a consensos.

Las presiones también fueron de organizaciones sociales, organizaciones coorporativas y de otros poderes “se requirió una voluntad inquebrantable” para seguir trabajando en el fortalecimiento democrático.

“Para conducir el más complejo ciclo electoral de la historia democrática de Bolivia puse sobre la mesa mi trayectoria y mi integridad”, señaló Romero.

Sostuvo que la democracia no concluye tras este el proceso electoral o cuando las ánforas se guardan se requiere seguir fortaleciendo otros mecanismos.

En ese marco dijo que es importante que se garantice la libertad de expresión plena y a la asociación, se acepten los pesos y contrapesos, se asegure el funcionamiento independiente de los poderes y se respeten los derechos de todos y cada uno y se comprenda que la participación libre de las sensibilidades es el fundamento de la paz social.

«Parto como llegué, hombre libre de ataduras, independiente de fuerzas políticas o intereses de grupo, comprometido exclusivamente con la elección limpia como piedra angular de la democracia y punto de reencuentro de los bolivianos, más allá de nuestras diferencias. Parto como llegué, indiferente a los pasajeros oropeles de la función, desconfiado de su supuesto poder, convencido que más bien que ella requiere una dignidad sobria. Parto como llegué, con los mismos valores, intactos sino reforzados en las pruebas ásperas que soportaron. Parto como llegué, con tranquilidad de ánimo, consciencia y espíritu», dijo al final de su misiva.

ANF