Facebook identifica una campaña de desinformación a meses de las elecciones en EE.UU.

 

Mundo, 31 jul. — Facebook anunció hoy que ha desactivado 32 cuentas y páginas en su red social y en Instagram que estaban coordinadas en una presunta campaña de desinformación identificada a escasos meses de que en noviembre se celebren las elecciones legislativas de medio mandato en Estados Unidos.

«Este tipo de comportamiento no está permitido en Facebook porque no queremos que la gente o las organizaciones creen redes de cuentas que engañen a otros sobre quiénes son o lo que están haciendo», dijo Facebook en un comunicado de prensa.

La red social fundada por Mark Zuckerberg ha reforzado recientemente sus sistemas de control y vigilancia tras verse en el centro de la polémica en las elecciones presidenciales de EE.UU., celebradas en noviembre de 2016, por el uso de su plataforma para difundir bulos y noticias falsas con el objetivo de influir en los resultados.

«Todavía estamos en las primeras fases de nuestra investigación y no tenemos todos los hechos, incluyendo quién podría estar detrás», admitió hoy la compañía, que, no obstante, aseguró que quien orquestó esta nueva campaña de presunta desinformación fue «mucho más allá» que Internet Research Agency (IRA) a la hora de ocultar su verdadera identidad y motivación.

IRA es una entidad que se dedica a promover las posiciones del Gobierno ruso en redes sociales e internet y que, según Facebook, tuvo un papel protagonista en las campañas de bulos y noticias falsas sobre temas controvertidos que trataron de influir en las elecciones de 2016, en las que Donald Trump alcanzó la Casa Blanca.

Así, Facebook estimó que unos 10 millones de personas en EE.UU. vieron al menos uno de los más de 3.000 anuncios pagados entonces por cuentas falsas dirigidas desde Rusia.

Los escándalos de propagación de bulos unidos a los fallos en la protección de la privacidad, sobre todo tras conocerse la filtración de datos personales de millones de sus usuarios a la consultora Cambridge Analytica, han socavado la reputación e imagen pública de Facebook en los últimos meses.

«Parte de la actividad (de las páginas desactivadas ahora) es consistente con lo que vimos de IRA antes y después de las elecciones de 2016. Y hemos encontrado pruebas de algunas conexiones entre estas cuentas y las cuentas de IRA que borramos el año pasado (…). Pero también hay diferencias», explicó Facebook.

En esta nueva investigación, la compañía desactivó ocho páginas y 17 perfiles de Facebook así como siete cuentas de Instagram (red social que pertenece a Facebook) presuntamente falsas e involucradas en intentos de desinformación que habían sido creadas entre marzo de 2017 y mayo de 2018.

«En total, más de 290.000 cuentas seguían al menos una de estas páginas», aseguró Facebook.

Las cuentas y páginas suprimidas se gastaron unos 11.000 dólares en alrededor de 150 anuncios publicados en Facebook e Instagram.

Las páginas más seguidas de las que fueron borradas por Facebook tenían nombres como «Aztlan Warriors», «Black Elevation», «Mindful Being» o «Resisters».

Esta última página, por ejemplo, había creado un evento llamado «No Unite the Right 2 – DC», una contramanifestación frente a «Unite the Right 2 – DC» que ha sido convocada por la ultraderecha el 12 de agosto en Washington.

«Unite the Right» («Unir a la derecha») fue el lema de la marcha de blancos supremacistas de agosto de 2017 que provocó violentos enfrentamientos en la ciudad de Charlottesville (EE.UU.), en los que murió una mujer de 32 de años atropellada por el automóvil que conducía un neonazi.

Facebook solo compartió una pequeña muestra del tipo de contenidos potencialmente divisivos que difundían las cuentas suprimidas, como un par de publicaciones que argumentaban que la presidencia de Trump es ilegítima o que el magnate es un fascista.

No obstante, nombres como «Aztlan Warriors», que remite a un lugar mítico de los aztecas al que recurren habitualmente activistas latinos en EE.UU., o «Black Elevation», quizá una referencia al movimiento «Black Lives Matter», apuntan al presunto interés de esta campaña por avivar la polémica en el debate público en torno a la raza y la inmigración. / EFE