El Alto, 18 sep.- En la Expocruz 2024 estará presente Industrias Metalúrgica Carap Bolivia (MCB), una empresa liderada por Gabriela Acarapi, quien desarrolló una producción cuyo pilar es el reciclaje del aluminio. La línea de ventas se denomina Evoluzion y consiste en jaladores de puertas, manijas, tiradores y otros objetos que tienen un fino acabado.
“Este emprendimiento se enfoca en gestionar y valorizar los residuos de aluminio, dándoles una nueva vida útil como accesorios metálicos de uso cotidiano. Nació del deseo de trabajar juntos con mi esposo y de la intención de dar una nueva vida útil a estos residuos, como las latas de aluminio, que de otro modo contaminan el medio ambiente”, explicó la propietaria de Industria MCB, Gabriela Acarapi.
En la zona Mariscal Santa Cruz, del Distrito 12, un modesto garaje rojo esconde el taller de Metalúrgica Carap. Aunque por fuera parece una vivienda más, al abrir las puertas ya se observan las máquinas. El letrero de la empresa, que cuelga en la cabeza de una puerta, da paso al ambiente principal de trabajo.
Los objetos que se fabrican en el taller reflejan el legado, tradición y el esfuerzo invertido para lograr la perfección en los detalles. Este emprendimiento familiar nació hace cuatro años y logró establecerse en el mercado de El Alto, La Paz y Viacha.
Gabriela se pone los guantes y comienza a explicar toda la cadena de producción. Sus hábiles manos dominan las máquinas y dan forma a cada una de las piezas que debe fabricar con la rutina diaria.
El esposo de Gabriela es Iván Carguani, un experto en metales que aporta su conocimiento y experiencia. Ambos desarrollaron el horno principal, cuya tecnología fue aplicada para automatizar el proceso de fundición.
La línea de producción de la empresa se denomina Evoluzion, con jaladores de puertas, manivelas, números y souvenirs. El proceso comienza con la recolección y selección de la materia prima, que es el aluminio; en esta etapa intervienen mujeres y familias.
Una vez acopiada la materia prima, cada objeto se limpia y se almacena en bloques que serán fundidos. Para obtener material de alta pureza es que se limpia de todos los elementos contaminantes.
El horno incinera a casi 700 grados centígrados, tiene una activación eléctrica, con casi un metro y medio de diámetro y una altura de 1,20 metros. El líquido fundido se recibe en pequeños moldes que forman los lingotes.
Ya con los lingotes elaborados se procede al mecanizado respectivo en el torno mecánico o si son molduras prediseñadas, en el pulido. Los jaladores de Industrias MCB son de acero inoxidable. Acarapi precisó que tiene varios clientes de ferreterías.
Gabriela Acarapi, junto a su esposo, consideran que la Expocruz es una catapulta para expandir su emprendimiento. “En esta, la feria más grande de Bolivia, estamos emocionados y agradecidos por la oportunidad de ir a Santa Cruz y mostrar lo que hacemos. Queremos generar más mercado y establecer contactos. Los jóvenes tenemos la capacidad de desarrollar nuevos productos y ser competitivos en el mercado; solo necesitamos apoyo, como el que está brindando la Alcaldía de El Alto”, agregó.
Prensa GAMEA