Juez ordena prisión para expresidente brasileño Lula da Silva por corrupción

 

Brasilia, 5 abr. — La decisión de la corte suprema de Brasil que allanó el camino al encarcelamiento del condenado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sumió a la izquierda en el caos y aumentó las posibilidades de que un centrista gane las elecciones de octubre, dijeron el jueves analistas y rivales políticos.

Los mercados financieros reaccionaron con alzas después que el Supremo Tribunal Federal (STF) rechazó en la madrugada del jueves el pedido de Lula para permanecer en libertad hasta agotar todas las apelaciones a su condena por corrupción.

La decisión probablemente ponga fin a su extensa carrera política y a cualquier posibilidad de competir por la presidencia, a pesar de las encuestas de opinión que lo muestran como favorito.

El Partido de los Trabajadores (PT), fundado por Lula, dijo que sus partidarios se lanzarían a las calles para defender su derecho a participar de las elecciones. En Brasil un candidato tiene prohibido presentarse para cargos públicos durante ocho años después de ser declarado culpable de un delito.

“Lula continúa siendo nuestro candidato, porque es inocente y porque es el candidato favorito para convertirse en el próximo presidente de Brasil”, sostuvo la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del PT.

Pero rivales políticos y analistas dicen que hay pocas esperanzas de un retorno de Lula, de 72 años, que enfrenta otros seis procesos por corrupción y otros cargos.

“No hay manera de que Lula pueda reconstruir su carrera. Cavó su propia tumba política al liderar una compleja trama de corrupción”, dijo el senador Alvaro Dias, candidato presidencial por el centrista partido Podemos. “Es el fin de un ciclo populista en Brasil”.

La caída de Lula es una profunda pérdida para la ya dividida izquierda brasileña. “El PT tendrá que pasar rápidamente al Plan B, que es el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad, o incluso al Plan C de apoyar a un izquierdista de otro partido, como el exgobernador del estado de Ceará Ciro Gomes”, dijo Lucas de Aragao, analista político de la consultora Arko Advice.

Lula presidió Brasil en dos periodos entre 2003 y el 1 de enero de 2011, cuando dejó el poder con una aprobación de más de 80 por ciento. Entonces, su apoyo fue suficiente para que la sucesora que eligió, Dilma Rousseff, fuera elegida dos veces, pese a que nunca había ocupado un cargo de elección popular.

Rousseff fue sometida a un juicio político y destituida en medio de un escándalo de corrupción y una crisis económica a mediados de 2016.

Hoy, el apoyo de Lula no sería suficiente para permitir que un candidato llegue a una segunda vuelta, dijo Aragao.

Los sondeos muestran que Gomes y la ambientalista Marina Silva serían los mayores beneficiados si Lula no entra a la carrera presidencial.

El candidato de extrema derecha Jair Bolsonaro, que está en segundo lugar de los sondeos, podría perder fuerza si Lula queda fuera de competencia, ya que su retórica antiizquierdista perdería su principal objetivo.

El desorden en la izquierda mejoraría las perspectivas para un centrista como Geraldo Alckmin, gobernador de Sao Paulo, el estado más rico del país, y candidato del poderoso Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El presidente de centro-derecha Michel Temer tiene altas cifras de impopularidad en las encuestas. / Reuters