Washington, 27 de jul- En vísperas del Día Mundial contra la Hepatitis, el 28 de julio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamado a los países de las Américas para que intensifiquen urgentemente sus esfuerzos con el fin de garantizar el diagnóstico oportuno y el tratamiento de las hepatitis.
Las hepatitis B y C afectan a 325 millones de personas en todo el mundo, lo que resulta en 1,34 millones de muertes cada año. En la región de las Américas, 3,9 millones de personas viven con hepatitis B crónica y 7,2 millones con hepatitis C crónica, lo que ocasiona más de 125.000 defunciones anuales. El cáncer de hígado es la cuarta causa principal de muerte por cáncer entre los hombres y la séptima entre las mujeres del hemisferio occidental, lo que representa un importante problema de salud pública.
Pese a los claros vínculos entre las hepatitis B y C crónicas, y enfermedades potencialmente fatales como la cirrosis y el cáncer de hígado, la región debe redoblar los esfuerzos para garantizar su prevención, detección y tratamiento.
«Mientras que algunos países han logrado grandes avances para enfrentar los riesgos para la salud pública que plantean las hepatitis, muchos siguen rezagados», afirmó Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS/OMS. «Sabemos que tratar la hepatitis C puede reducir 75% el riesgo de desarrollar cáncer de hígado, pero solo el 14% de las personas con hepatitis C en América Latina y el Caribe han sido diagnosticadas y menos del 1% recibe el tratamiento que necesitan», detalló.
Día Mundial contra la Hepatitis 2018
El tema del Día Mundial contra la Hepatitis de este año es “ Es hora de diagnosticar, tratar y curar.”. El día se enfocará en promover tres objetivos principales:
Respaldar la ampliación de los servicios de prevención, diagnóstico, tratamiento y atención a la hepatitis.
Exponer las prácticas óptimas y fomentar la cobertura universal de los servicios de hepatiti
Mejorar las alianzas y la financiación en la lucha contra las hepatitis víricas.
Para conmemorar la ocasión y asegurar que los países estén mejor equipados para abordar el problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado nuevas directrices sobre el tratamiento de la hepatitis C, que piden una expansión del acceso a tratamientos curativos innovadores para todas las personas mayores de 12 años que viven con el virus, y la inclusión del tratamiento efectivo contra la hepatitis B y C en los sistemas nacionales de seguro de salud.
Hepatitis en las Américas
Durante 2015 y 2016, los ministros de Salud de todas las Américas acordaron una serie de acciones para reducir la carga de las hepatitis y eliminarlas como problema de salud pública para 2030. Desde entonces, los esfuerzos para garantizar la vacunación contra la hepatitis B han continuado, y todos los países de América Latina y el Caribe vacunan a los niños menores de 1 año, 22 de los cuales lo hacen dentro de las primeras 24 horas después del nacimiento, como lo recomienda la OMS.
Sin embargo, cuando se trata del tratamiento de las personas que viven con hepatitis C crónica, queda mucho por hacer. Los nuevos avances muestran que más del 95% de los infectados podrían curarse. Sin embargo, en toda la región, la gran mayoría de las personas que viven con hepatitis C no tienen acceso asequible a estos medicamentos altamente efectivos. Por ejemplo, el tratamiento con los antivirales de acción directa (DAA) puede curar la hepatitis C en tres meses o menos tiempo.
Algunos países de la región han accedido a DAA de menor precio para la hepatitis C a través del Fondo Estratégico de la OPS, un mecanismo de que les permite agrupar recursos para tener acceso a medicamentos asequibles, estratégicos y de calidad garantizada. «Es vital que otros países de la región aprovechen al máximo esta iniciativa, al tiempo que desarrollan planes de diagnóstico, tratamiento y eliminación para reducir la alta carga de los costos sanitarios asociados con el diagnóstico tardío, el cáncer de hígado y la cirrosis, y lo más importante, para salvar vidas», dijo Espinal.
«Sabemos que los esfuerzos de los gobiernos para aumentar la disponibilidad de los tratamientos tienen un gran impacto en la reducción del número de personas que padecen hepatitis crónica y enfermedad hepática relacionada», agregó Espinal. En Brasil, por ejemplo, en 2017 el Ministerio de Salud estableció el objetivo de eliminar la hepatitis C, y los antivirales de acción directa (DAA) se han puesto a disposición a través del sistema nacional de salud.
Sobre las Hepatitis
La hepatitis es una inflamación del hígado comúnmente causada por una infección viral por uno de los cinco virus principales de la hepatitis (tipos A, B, C, D y E). Puede provocar infecciones agudas y evolucionar hacia una enfermedad hepática crónica, cirrosis, cáncer o incluso la muerte. Las infecciones de hepatitis B y C se transmiten a través de sangre contaminada, así como a través de agujas y jeringas contaminadas y entre personas que se inyectan drogas. Los virus también pueden transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección y de una madre infectada a su hijo recién nacido.
Las hepatitis B y C son infecciones crónicas que pueden permanecer asintomáticas durante largos períodos de tiempo, a menudo durante años. La buena noticia es que las pruebas realizadas tempranamente y el tratamiento previenen las complicaciones de la hepatitis C. Gracias a los avances en el tratamiento, los nuevos medicamentos pueden curar la hepatitis C en solo tres meses o menos. La guía actualizada de la OMS exige que todos los adultos y niños mayores de 12 años que viven con hepatitis C sean tratados con estos nuevos medicamentos. (OPS/OMS)