Lo que Chile busca desmontar; lo que Bolivia argumentó

 

La Haya, HOLANDA, 22 mar.- Chile intentará el viernes por segundo día consecutivo desplomar el muro de alegatos con que Bolivia enseñó a los magistrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya que su vecino trasandino entabló, durante casi un siglo, conversaciones y formuló promesas de Estado para dotarle de una salida soberana al mar Pacífico y que, por lo tanto, está obligado a volver a la mesa de negociaciones.

Por vía de su canciller, Roberto Ampuero, Chile dijo que su país no está obligado a negociar y menos a contravenir bajo ningún concepto el Tratado de 1904, que demarcó la frontera binacional que aisló a Bolivia del mar.

«Chile no está dispuesto a ceder territorio ni a donar territorio basado en una supuesta obligación de negociar y de hacerlo como lo quiere, lo intenta plantear Bolivia», mediterránea desde 1904, afirmó el jefe de la diplomacia chilena, al cabo de la primera de 2 audiencias en el patio que da acceso a la CIJ.

Ampuero insistió que, para su país, «es muy importante insistir que el tratado de 1904 es la piedra angular, el marco y el paraguas en se deben mantener las relaciones entre Chile y Bolivia».

La demanda judicial boliviana no toca el Tratado de 1904, reseñó en La Paz el presidente Evo Morales, mientras que el coagente Sacha Llorenti dijo «que Chile ha utilizado argumentos que ya fracasaron en la excepción preliminar» ganada por Bolivia.

Los abogados de Chile que alegaron que Bolivia ha presentado pruebas a medias o sacadas de contexto, volverán a usar de la palabra este viernes y apuntarán a desmontar la tesis boliviana que sí La Moneda sí debe negociar.

 Bolivia historió las actas, los memorandos de entendimiento y citó apartes de los informes que, por ejemplo, el presidente chileno Gabriel González Videla (1946-1952) expuso al Congreso de su país sobre su decisión de ceder a Bolivia una salida soberana al mar.

También la voluntad del dignatario en ese sentido expresada en La Paz por el embajador de su país Horacio Wálker Larraín.

O los actos de Wálker Larraín de aceptación al planteo del secretario de Estado de Estados Unidos, Franz Kellog, que en diciembre de 1926 pidió entregar a Bolivia las provincias peruanas en poder de Chile, Tacna y Arica, con todos los derechos de soberanía.
O las acciones de Estado en tal sentido adoptadas por el presidente Arturo Alesandri.

«El hecho de numerosos intercambios, sí dan lugar a una obligación», refrendó el abogado español de Bolivia, Remiro Brotons, al afirmar que Chile desearía que no existiera una continuidad histórica de las negociaciones por lo que aseguró que el país trasandino «está en la obligación vinculante» de poner fin al enclaustramiento, y remarcó que la fundamentación jurídica «no es una teoría de última hora», sino un concepto en sí del Derecho Internacional.

El también abogado de Bolivia, el británico Vaughan Lowe, hizo notar, durante los alegatos de lunes y martes que el precepto «buena fe», uno de los pilares del juicio marítimo a Chile, implica negociaciones sobre un fin trascendente.

La abogado de Bolivia, Emy Sander, expuso las 11 resoluciones de la  Organización de Estados Americanos (OEA), principal organismo hemisférico adherido por Chile y Bolivia en sus nacientes, en 1948, a favor de la reintegración marítima boliviana entre 1980 y 1999.

«En 1980 (la OEA) se refería al hecho de que era de interés permanente y que se halle una solución equitativa, Se insta a iniciar un diálogo para hallar una solución satisfactoria. En 1981, con argumentos similares. En 1983 recomendó que iniciara un proceso de acercamiento para resolver las dificultades e, incluso, una fórmula para dar una salida al Océano Pacífico. Esta última fue iniciada en noviembre de 1983, cuando cada palabra fue objeto de debates antes de la presentación» al pleno de la Asamblea, argumentó.

Por último la abogado de Bolivia, la francesa Monique Chemillier, hizo notar a los jueces de la CIJ que Chile ha minimizado hasta la «nada» una veintena de compromisos y promesas de Estado de sus más altos representantes para restaurar la condición marítima de Bolivia durante más de un siglo.

«Para Chile no ha ocurrido nada» y, lo peor, «a partir del año 2011 (su gobierno), simplemente cerró la puerta a una negociación», hizo notar.

ABI