La Paz, 19 Oct. — La Fundación Munasim Kullakita (Quiérete Hermanita por su traducción del aymará) identificó los factores de vulnerabilidad en Bolivia que propician el comercio sexual de niñas, niños y adolescentes (CSNNA). Estos factores están incluidos en la investigación «Dinámicas de la trata, proxenetismo y violencia sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en Bolivia» realizada por Elizabeth Zabala Torres y Ariel Ramírez Quiroga.
La Fundación Munasim Kullakita, con el apoyo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés), presentó ayer la investigación mencionada a representantes de los ministerios de Justicia, Educación, Salud y Defensa, de la Fiscalía, la Procuraduría, la Dirección General de Migración, la Defensoría del Pueblo, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y las Direcciones de Seguridad Ciudadana de los Gobiernos Municipales de El Alto y de La Paz.
El Representante de la UNODC en Bolivia, Antonino De Leo, manifestó que existe una multiplicidad de factores para entender la trata de personas y para saber cómo combatirla, subrayando que la impunidad continúa siendo un serio problema a nivel global. Dijo que la UNODC busca promover un mejor entendimiento y un mayor involucramiento por parte de la comunidad nacional e internacional sobre las vulnerabilidades que están detrás de la trata de personas y de la explotación sufrida por las víctimas de este crimen, razón por la cual la UNODC apoyó la presentación realizada por la Fundación Munasim Kullakita.
Como un antecedente del estudio, Ariel Ramírez informó que las Defensorías de la Niñez y Adolescencia de las alcaldías de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra reportaron 52.626 casos de maltrato en 2015, de los cuales el 60,5% son casos de niñas y adolescentes mujeres.
Factores de vulnerabilidad
La investigación sostiene que la existencia del CSNNA obedece a factores complejos y multicausales de orden económico, cultural y social. Estos factores se expresan en condiciones de pobreza, en la existencia de una pujante industria del sexo generada por la oferta y la demanda y en patrones sociales y culturales que responden a sociedades machistas y patriarcales que cosifican el cuerpo de mujeres, niñas, niños y adolescentes. El estudio revela que entre otros factores que confluyen y fortalecen la dinámica delictiva del CSNNA se encuentran la indiferencia de algunas instituciones y la sociedad, la discriminación, la falta de acceso a la educación y salud de algunos grupos poblacionales y el trabajo infantil.
Los grupos vulnerables al CSNNA no lo son por el hecho mismo de ser niños, niñas o adolescentes, sino por las situaciones de desventaja o de vulnerabilidad a la que muchas veces la indiferencia de su entorno (Estado, familia y comunidad) los somete, indica el estudio.
La Fundación Munasim Kullakita manifiesta en su estudio que factores como el débil acceso a servicios básicos (vivienda, agua, alcantarillado, educación, salud, alimentación, vestido), familias desintegradas y/o con altos índices de violencia física y sexual, tráfico de drogas, barrios con escasa protección estatal, la alta presencia de migración campo-ciudad y la naturalización de la violencia constituyen un caldo de cultivo propicio para que el CSNNA se fortalezca y aumente su presencia.
Algunos hallazgos del estudio
Algunos de los hallazgos del estudio «Dinámicas de la trata, proxenetismo y violencia sexual comercial de niñas, niños y adolescentes en Bolivia» son los siguientes:
– El CSNNA se evidencia en alojamientos, rockolas, chicherías, lenocinios. Estos espacios no son regulados expresamente en ningún departamento, como tampoco lo son las agencias de empleo privadas.
– Entre las formas de comercialización, la investigación ha evidenciado la presencia de redes asociadas a clanes familiares que poseen lenocinios en varias ciudades del país. Estos lenocinios se identifican por una misma numeración, visible al ingreso de los mismos (como el 222, el 69 y el 100, por mencionar solo algunos), sobre todo en las ciudades de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija.
– Una de las estrategias de los proxenetas y tratantes para burlar a las autoridades son los “prostíbulos itinerantes”, que cambian de ubicación cuando son identificados por la Policía o la Alcaldía (por lo menos tres veces al año).
– En varios lugares del Chapare (Ivirgarzama, Shinahota) y en Chimoré las adolescentes son exhibidas en las puertas de los lenocinios desde tempranas horas de la noche. Constituyen la mercadería más atractiva que poseen los proxenetas para atraer a clientes.
– Las regiones donde se construyen carreteras y donde existen industrias extractivas (mineras o madereras) y en áreas cocaleras —es decir, donde se alienta la expansión citadina—, provocan la marginación y exclusión de comunidades indígenas. Éstas, para sobrevivir, a veces ingresan a la dinámica de comercio sexual en las ciudades y en las cercanías de sus propias comunidades; es el caso de los ayoreo degüi, yuqui y weenhayek.
– La movilidad ilegal de niños y adolescentes al exterior del país sigue las mismas rutas del contrabando de mercaderías y del narcotráfico.
Conclusiones
La principal conclusión de la investigación es la necesidad de involucrar más a la comunidad para que el CSNNA sea reconocido como un problema, un delito y una traba para lograr el desarrollo humano. El estudio insta a mejorar la coordinación entre las instituciones estatales de índole nacional, departamental y municipal de tal forma que se formulen políticas y planes más efectivos en relación a la prevención, protección y atención de víctimas de los delitos de la trata, proxenetismo y violencia sexual.
El estudio concluye que es primordial la regulación del funcionamiento de los espacios de riesgo del CSNNA como son los alojamientos, rockolas, chicherías, prostíbulos, casas de cita y discotecas.
El Representante de la UNODC, Antonino De Leo, manifestó que es importante fortalecer las capacidades del Estado y de la sociedad en las áreas de prevención, protección y persecución del delito, para lo cual, entre otras prioridades, es necesario contar con un sistema nacional integrado de información sobre casos de trata de personas, así como promover la investigación de este fenómeno delictivo para la generación de políticas públicas, fortaleciendo la coordinación interinstitucional y mejorando la cooperación judicial con otros países.
La Fundación Munasim Kullaquita trabaja desde hace 10 años en la ciudad de El Alto y, desde hace tres, ha expandido su área de acción a La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Nacida como una obra social de la Iglesia Católica, desarrolla actividades de identificación de víctimas en zonas de riesgo, atención en su hogar para niñas y en un centro posinstitucional para sobrevivientes del desamparo familiar, mayores a 18 años, donde se recuperan económica y emocionalmente y se preparan en autonomía. También, la Fundación es parte del programa Familias Fuertes de la UNODC, que consiste en la prevención de riesgos psicosociales mediante el fortalecimiento de la comunicación y los lazos familiares para fortalecer los factores protectores contra las drogas.
Prensa – Naciones Unidas